Ayer fue presentado el iPad, que no se llamó ni iSlate (me gustaba más) ni iTablet. Muchas gente lo defiende aluciendo a que hay que darle tiempo pero tengo mis dudas. Si bien es un producto atractivo e interesante, no es por mucho, algo revolucionario. Dependerá de Apple cambiar el posible 60 % de los Macadictos que piensan que es un fiasco con buena publicidad porque lamentablemente a muchos no les quedó muy claro qué es el iPad, ¿Un iPod con esteroides? o ¿Netbook sin teclado? Bueno, esperemos ver los resultados del «revolucionario» invento de Steve Jobs que por el momento, me parece un buen producto, limitado en cuanto a diseño (2 cm de marco… no me gusta aunque se entiende que es donde nuestras manos lo sostendrán) pero que no está a la altura de la expectativa creada.
Puede que al no ser un usuario de iPods, ni de iPhones me compre uno dentro de algunos años cuando la idea esté más madura.
Lo de Mac es imparable:
Cuando casi parecía,
cuando se hacía probable
que el Iphone encontraría
un enemigo de alcance
con el Nexus One de Google,
ese otro gran gigante,
de nuevo en Apple se suben
hasta la más alta cumbre
de innovación y de avances.
El Ipad revoluciona
el mundo de los netbooks
y a la vez crea otra forma,
digna de éstos gurús,
de acercarte a la lectura
de los libros electrónicos,
un Ipod de gran anchura,
un dispositivo óptimo
con esa estética pulcra
que ya huele a gran negocio
sin dejar lugar a dudas.
En apenas unas horas,
paradojas del destino,
el Ipad revoluciona
su más reciente “enemigo”.
En Google ya se superan
1′6 millones
de páginas que presentan
en sus entradas el nombre
del IPad que ya desean,
miles y quizá millones
de personas que vocean
sus virtudes dando botes.
Pero lo mejor de todo,
y no me digan que no,
es su ya español apodo:
es el nuevo “CachoPhone”
que Forges, ese coloso
y brillante ilustrador,
nos ha presentado a todos
con su inigualable humor.
Vaya eres poeta…